¿Es el contenido generado por IA ético en el marketing digital?

¿Es el contenido generado por IA ético en el marketing digital?
Fuente: LinkedIn

La combinación del mundo digital y real ha generado herramientas con las que los especialistas en marketing solo podían soñar en décadas anteriores. Una de esas innovaciones es la creación de humanos generados. Sin embargo, una gran innovación conlleva responsabilidad. Aquí, analizamos los pros, los contras y los dilemas éticos de estas creaciones realistas en el ámbito publicitario.

Introducción a los humanos generados

¿Qué son los humanos generados?

Los seres humanos generados se encuentran en la fascinante unión de la tecnología de inteligencia artificial y el diseño gráfico de última generación. Estas no son tus animaciones típicas. Son réplicas digitales sorprendentemente realistas, que emulan cada matiz, desde el brillo de un ojo hasta el sutil surco de una ceja. Su grado de realismo es tan avanzado que pueden imitar no sólo miradas sino también emociones, gestos y más, lo que los hace increíblemente similares a los humanos reales.

El auge de la IA y la generación de imágenes

El continuo desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial ha revolucionado la forma en que percibimos los gráficos. Comenzó con simples bocetos digitales, pero con los avances, ahora estamos en una era en la que la IA puede producir detalles, imágenes de alta definición de humanos. Esta transformación debe su éxito a las redes neuronales y a los algoritmos de aprendizaje profundo que pueden procesar y replicar patrones intrincados y, en última instancia, crear imágenes tan realistas que resulta difícil incluso para los expertos diferenciarlas de fotografías genuinas.

El atractivo de utilizar seres humanos generados en la publicidad

Adaptando al embajador 'perfecto'

En el mundo de la publicidad, representar una marca con la cara "correcta" es primordial. Con la IA, crear el embajador de marca ideal se convierte en un proceso controlado. Puedes personalizar cada rasgo facial, constitución e incluso el comportamiento. La verdadera ventaja, sin embargo, es la posibilidad de crear un atractivo universal, una figura que resuene en audiencias diversas a nivel mundial, todo ello sin la imprevisibilidad que conlleva los embajadores humanos de la marca.

Reducir costes y evitar escándalos

Las ventajas prácticas son innegables. Los modelos y embajadores de la vida real enfrentan desafíos logísticos, desde la programación hasta los contratos, sin mencionar las elevadas tarifas. Luego está el aspecto humano: las figuras públicas pueden verse envueltas en productos controvertidos, lo que sin darse cuenta puede afectar la imagen de marca. Los humanos generados, por otro lado, están libres de estos problemas y ofrecen una cara consistentemente positiva para una marca, inmune a los estragos del tiempo o los escándalos.

Los dilemas éticos

Tergiversación y verdad en la publicidad.

Una de las cuestiones más apremiantes es considerar la ética en el marketing. Presentar estas figuras generadas como personas reales sin ninguna divulgación desdibuja los límites éticos. Los consumidores podrían estar comprando un producto o servicio basándose en un respaldo inventado. Esto no sólo enturbia las aguas entre la realidad y la ficción, sino que también plantea dudas sobre la credibilidad de las marcas que emplean tales tácticas.

Devaluar las experiencias humanas auténticas

Detrás de cada modelo real o embajador de marca se esconde una historia: un viaje de luchas, logros y emociones. Al reemplazar estas figuras auténticas por otras generadas por IA, los anunciantes podrían propagar involuntariamente un ideal homogeneizado y poco realista de belleza y éxito. Esto no sólo priva al público de historias reales con las que se pueda identificar, sino que también tiene posibles implicaciones sociales, distorsionando las percepciones de autoestima y los estándares de belleza.

Erosión de la confianza en las marcas

La excesiva dependencia de los seres humanos generados puede conducir a un mundo publicitario poco ético. Si los consumidores comienzan a cuestionar la autenticidad de las personas que aparecen en los anuncios, es un pequeño salto para dudar de la autenticidad de la marca misma. Esta pérdida de confianza podría potencialmente devaluar el valor de la marca y, a largo plazo, afectar la lealtad del consumidor y los comportamientos de compra.

Conducta engañosa y engañosa

Aparte de las cuestiones éticas, está la dimensión legal. Si una marca opta por utilizar seres humanos generados sin una divulgación clara, podría enfrentarse a acciones legales por publicidad engañosa o engañosa. En muchas jurisdicciones, los estándares publicitarios tienen una representación clara y veraz, lo que hace que la divulgación completa no sólo sea un imperativo ético sino también legal.

Invasión de preocupaciones sobre la privacidad

Los humanos generados, aunque artificiales, podrían parecerse accidentalmente a individuos reales, lo que daría lugar a dobles no deseados. Esto plantea posibles riesgos legales. Si alguien percibe que su imagen ha sido utilizada sin permiso, las marcas podrían verse envueltas en litigios por invasión de la privacidad o violación de los derechos de imagen.

Recomendaciones para prácticas publicitarias éticas

Transparencia y autenticidad

Mantener un enfoque transparente es primordial. Las marcas deben demarcar claramente la línea entre representaciones artificiales y de la vida real. Esto no sólo salvaguardará su reputación sino que también garantizará que la confianza de los consumidores se mantenga inquebrantable.

Educación del consumidor

Informar a los consumidores sobre la tecnología y las técnicas detrás de los humanos generados fomentará un ambiente de confianza. Los consumidores informados pueden tomar decisiones informadas y discernir entre contenido auténtico e imágenes generadas por computadora.

Pautas regulatorias

Existe una necesidad apremiante de regulaciones claras y específicas para el uso de la ética humana generada en la publicidad. Los organismos reguladores deberían trabajar en conjunto con las empresas de tecnología y los anunciantes para formular pautas que garanticen la igualdad de condiciones y respeten los estándares éticos.

Conclusión

El uso de seres humanos generados en publicidad significa un progreso tecnológico monumental. Sin embargo, es esencial que a medida que avancemos, las consideraciones éticas permanezcan en primer plano. Para las marcas, lograr un equilibrio entre innovación e integridad allanará el camino para relaciones sostenibles y llenas de confianza con sus audiencias.

Deje un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Las areas obligatorias están marcadas como requeridas *

También te puede interesar