SEÑALES DE MALOS JEFES: Cómo identificar y tratar con un mal jefe

BAD BOSS: Tratar con los diferentes tipos de malos jefes
Crédito de la foto: El Grupo Clemmer

Navegar por una situación que involucra a un mal jefe puede ser difícil. Sin embargo, existen algunos enfoques para simplificar la gestión. Aquí, explicaremos los tipos de malos jefes y varios signos de un mal jefe.

Mal jefe

Aunque no existe un lugar de trabajo perfecto, un mal jefe tiene el impacto más significativo en los empleados. Debido a que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en el trabajo, la relación entre nuestro empleador y el empleado es crucial. Un buen jefe ofrece aliento y apoyo. El estrés, el agotamiento físico y emocional, e incluso la depresión, son condiciones que pueden experimentar los empleados que trabajan para un mal jefe. Una estrategia de afrontamiento será más beneficiosa para usted a menos que planee dejar de fumar. 

Alguien que solo tiene en mente sus intereses es un mal jefe. No tienen respeto por los demás. No desean ayudar a otros a lograr el éxito oa mejorarse a sí mismos. La microgestión, un enfoque único para la gestión y la necesidad de dar ejemplo son todos problemas. Un mal jefe carece de compasión. Los gerentes autoritarios muestran favoritismo o no comunican sus expectativas.

Cómo lidiar con un mal jefe

#1. Identifica los problemas

Determina cuál de los comportamientos de tu jefe te molesta si estás lidiando con una mala gestión. En el trabajo, es típico experimentar reacciones emocionales como estrés y rabia sin poder identificar la fuente. Además, un mal jefe exhibe con frecuencia un patrón de acciones que tiene efectos adversos a largo plazo sobre usted.

#2. Autorreflexión

Es común señalar las deficiencias de los demás mientras se ignoran las propias. Sin embargo, si tiene un mal jefe, es crucial que haga un autoanálisis para ver si hizo algo que pudiera contribuir a los problemas. 

#3. Evita que afecte tu trabajo..

Haga todo lo posible para no dejar que un mal jefe afecte el calibre de su trabajo, sin importar lo difícil que pueda ser. Hacerlo probablemente solo empeorará los problemas y dañará tu carrera al mismo tiempo. Por lo tanto, evite dejar que su desempeño se escape de un deseo inconsciente o consciente de vengarse de su jefe.

#4. Habla con tu jefe

Es crucial hablar con su jefe para resolver el problema antes de darse por vencido y buscar un nuevo trabajo. Después de todo, es posible que no se den cuenta de cómo sus acciones te perjudican. Evite la postura defensiva y el uso de declaraciones en primera persona cuando hable con su jefe.

#5. Establecer límites

Toda relación saludable necesita límites, lo que se aplica a las relaciones personales y laborales. Por lo tanto, es crucial determinar sus límites y lo que tolerará y no tolerará.

#6. Por favor, tenga en cuenta su punto de vista

Comprender los pensamientos, sentimientos y circunstancias de otra persona requiere perspectiva. Además, puede ser beneficioso para fomentar relaciones positivas y resolver disputas, especialmente en el trabajo.

#7. Adapta tu comportamiento

Ocasionalmente, es posible que necesitemos modificar nuestro comportamiento para colaborar con nuestros jefes de manera más exitosa y amistosa porque no tenemos control sobre sus acciones.

#8. Ayúdalos a Ganar

Te resultará más sencillo mantener una relación positiva con tu jefe tóxico. Y una forma de hacerlo es ayudar a su jefe a tener éxito. Trabajar duro es una forma de ayudar a sus superiores a tener éxito, ya que usted es responsable de su trabajo.

#9. Considere su salud.

Estar bajo el control de un mal jefe puede ser muy estresante. El agotamiento puede incluso resultar del manejo tóxico. Como resultado, dé a su salud y bienestar la mayor prioridad posible.

#10. desarrollar una red social

Puede sentirse solo trabajar para un mal jefe. Su jefe debe ser uno de sus principales defensores y confidentes en el trabajo. Además, si no crees en tu jefe, es posible que sientas que no perteneces a la empresa.

Establecer una red social con compañeros de trabajo puede ayudar a combatir estos sentimientos de aislamiento. Estas conexiones pueden mejorar su vida profesional y ayudarlo a manejar la presión de un gerente deficiente de manera más efectiva.

#11. Crea expectativas razonables.

Desafortunadamente, los entornos de trabajo no funcionan continuamente como deberían. Muchas personas que ocupan puestos de liderazgo son notoriamente incapaces de ocuparlos. Además, puede ser natural comparar a su jefe actual con los anteriores si ha tenido jefes destacados. Es posible que le resulte más fácil tolerar tener un mal jefe si acepta la realidad de su situación en lugar de lo que debería ser.

#12. Encuentra un trabajo diferente.

Debe iniciar una nueva búsqueda de trabajo si la mala gestión de su jefe está causando un ambiente de trabajo tóxico y dañando su salud mental. A pesar de dejar de fumar su trabajo actual puede ser atractivo, debe evitar entrar a un edificio en llamas. Siempre investiga a fondo a tu nuevo jefe potencial para evitar encontrarte en una situación similar o incluso peor. Esté atento a las señales de advertencia durante la entrevista, y sea audaz y pregunte sobre el gerente de contratación. Estilo de gestión y filosofía.

Señales de un mal jefe

#1. Los peores jefes sobrecargan a sus trabajadores.

Aunque nunca es una buena idea sobrecargar de trabajo a su personal, muchos gerentes cometen el error de asignar la mayor parte del trabajo a sus empleados más capaces. Los trabajadores que trabajan demasiado pueden ser una de las señales de advertencia de un mal jefe. 

#2. Los malos jefes no aprecian las contribuciones ni premian la excelencia.

Una de las mejores maneras de garantizar el éxito de su negocio es mantener contentos a los empleados. Uno de los signos notables de un mal jefe es que no recompensa la excelencia o incluso reconoce las contribuciones de su personal. Nunca subestimes el impacto de los elogios verbales como "bien hecho" o "buen trabajo". Si se reconocen sus esfuerzos, los mejores miembros de su equipo se esforzarán continuamente. 

#3. Los malos jefes rompen sus promesas.

En los negocios y en la vida, faltar a tu palabra es uno de los errores más importantes que puedes cometer. Alguien que rompe las promesas es uno de los signos de un mal jefe. Su reputación como una persona confiable y digna de confianza a los ojos de sus empleados mejora con cada compromiso que mantiene con ellos. Su personal puede verlo como indiferente si no cumple sus promesas. 

#4. Los malos jefes reclaman toda la gloria.

Digamos que tienes un equipo fantástico que ha hecho todo lo posible para terminar un proyecto crucial dedicando tiempo extra. Como resultado, todos están contentos de que el proyecto haya tenido éxito. La sensación de éxito colectivo es la culpable del ambiente alegre. Un mal jefe es alguien que reclama el mérito exclusivo de un esfuerzo grupal. Es una de las señales de advertencia de un mal jefe.

#5. Los malos jefes no están abiertos a nuevos conceptos.

Escuchar a su personal es señal de un buen jefe. Aunque es posible que solo desee utilizar algunas sugerencias que hacen sus empleados, aún debe considerarlas. Los empleados que experimentan condiciones sofocantes en el trabajo pueden experimentar situaciones similares en sus vidas personales, lo que podría socavar su confianza y motivación para avanzar en sus carreras. No estar abierto a nuevos conceptos es uno de los signos de un mal jefe. 

¿Cuáles son los tipos de malos jefes?

#1. Narcisista

El mejor ejemplo de los diferentes tipos de malos jefes son los narcisistas. La autopromoción es más importante para estos gerentes que para los empleados. Cuando tienen éxito, reclaman toda la gloria, y cuando algo sale mal, echan la culpa. Los malos jefes nunca piden críticas sobre su trabajo porque no creen que ellos sean el problema; en cambio, solo quieren escuchar lo maravillosos que son. 

Felicitar a un jefe narcisista por su consejo es una estrategia para cooperar con ellos. Deben sentirse informados y a cargo.

#2. fantasmas

Aunque estos gerentes afirman estar preocupados por el desarrollo de los empleados, nunca ofrecen entrenamiento ni apoyo. Rara vez brindan comentarios y rara vez están disponibles para responder consultas. No devuelven las llamadas telefónicas y envían correos electrónicos cortos esporádicos.

Para mantener las cosas en movimiento, sigue esforzándote y compensándolo actualizando a tus equipos sobre los estados de los proyectos. Esta es una excelente ilustración de los tipos de malos jefes.

#3. El microgestor

Un micromanager es un brillante ejemplo de los diferentes tipos de malos jefes. Los microgerentes tienen un comportamiento sospechoso cuando guían a su personal. Con frecuencia interfieren, exigen trabajo pesado de sus informes o eliminan proyectos por completo porque no confían en que sus empleados tomen decisiones o completen tareas correctamente. Es posible que se requiera que los microgerentes revisen cada hito del proyecto o exijan que los miembros del personal creen listas con viñetas de sus responsabilidades diarias. Un gerente podría, por ejemplo, señalar un error en un proyecto antes de que el trabajador lo haya terminado. Aunque esto puede ser útil, hay ocasiones en las que el trabajador debe identificar el error por sí mismo antes de enviar el proyecto para su revisión.

#4. El sargento de instrucción

Los sargentos de instrucción son irrespetuosos con el equilibrio entre el trabajo y la vida. Sin tener en cuenta los límites, se comunican con sus empleados por teléfono, mensaje de texto o correo electrónico en todo momento del día. Con frecuencia envían correos electrónicos urgentes a su equipo a las dos de la mañana porque trabajan hasta bien entrada la noche. Este mal jefe tiene una actitud de "olfato para la piedra de afilar" y no tiene en cuenta la cultura del lugar de trabajo, la camaradería o la felicidad. Uno de los diversos tipos de malos jefes es el sargento de instrucción. Es probable que los sargentos de instrucción llamen a sus empleados mientras están de vacaciones o pospongan el almuerzo de cumpleaños del equipo.

 #5. Jefes agresivos

Al interactuar con los empleados, los gerentes agresivos frecuentemente muestran hostilidad. Un gerente agresivo puede carecer de empatía y hablar con condescendencia o con enojo para establecer el dominio. También pueden comportarse violentamente con los empleados en algunas circunstancias. Un jefe agresivo también es un buen ejemplo de los tipos de malos jefes en el mundo corporativo.

¿Qué es un jefe tóxico?

Un gerente que socava y daña a sus subordinados se conoce como un "jefe tóxico". Su comportamiento disruptivo persistente hace que los trabajadores estén menos comprometidos, disminuye su sentido de pertenencia, les quita autonomía y socava su sentido de propósito, todo lo cual es esencial para prosperar en el trabajo. Existen diferentes formas del jefe tóxico.

¿Qué hacer si tienes un mal jefe?

  • Tómese el tiempo para relajarse, dormir y hacer ejercicio.
  • Saber cuándo salir es fundamental. Busque opciones alternativas dentro de su empresa. 
  • Habla con Recursos Humanos.
  • Consulte a su red de apoyo.

Conclusión  

Nuestros productividad y la salud emocional pueden sufrir como resultado de un mal jefe. Bajo el control de un mal jefe, un empleado que alguna vez fue próspero y productivo se marchitará, lo que es costoso para las organizaciones con el tiempo. Es la razón principal por la que más de la mitad de los trabajadores renuncian a sus trabajos.

Preguntas frecuentes sobre el mal jefe

¿Quién es un mal jefe?

Un mal jefe que solo piensa en sí mismo socava y perjudica a sus subordinados.

¿Cuáles son los tipos de malos jefes?

  • sargento de instrucción
  • Microgestor
  • Jefe agresivo

¿Cuáles son los signos de un mal jefe?

  • romper promesas
  • No está abierto a nuevas ideas.
  • Microgestión
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